jueves, 5 de marzo de 2009

Esa nula Independencia

La perla suelta o la frontera poética
Autor: Paula Ilabaca
Publicado en internet: http://romantic-city.blogspot.com/, año 2008.

La poesía de un tiempo a esta parte ha establecido diálogos con la pintura, la performance y otros soportes que se han heredado de la “escena de avanzada”, movimiento artístico que surgió en la dictadura militar y que promovió la expresión de un discurso simbólico como forma de difusión ante la represión que significaba escribir o retratar el contexto. De este movimiento surge y arremete Diamela Eltit y Raúl Zurita, ambos padres de lo que se gesta hoy en día como la nueva poesía chilena, en el cual aparece la figura de Paula Ilabaca. Esta mujer de no más de 30 años, es una de las exponentes que ha heredado las temáticas de estos autores y que ha significado una reminiscencia en torno a poéticas que van dirigidas a tres temáticas: el cuerpo,la memoria y el sujeto femenino.
Paula Ilabaca (Santiago, 1979) ha publicado varios textos en línea y en revistas, además de realizar performances que están sujetas a su poesía: sus actuaciones más importantes son junto al dúo que realizó con Héctor Hernández bajo el nombre de “Antifaz” donde unían poesía y performance .Publicó parte de sus poemas en la antología “Círculo infinito” de Editorial Al Margen, en las revistas Mercado Negro, Matadero, Derrame y Rocinante. Completa (2003) es su primer libro de poesía y en 2006 publica La ciudad lucía .La autora es una de aquellas hijas pródigas que ha derrochado los conceptos y símbolos que exteriorizaba la “escena de avanzada”, desperdigando las visiones que concentra la poesía de Eltit, acogiéndose y revistándola sin quererlo. Su obra La perla suelta (2008) texto inédito publicado en su blog y prontamente a ser publicado de forma independiente, por fortuna no fue aceptada en el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, guarda relación con la “escena de avanzada” al observar la estructura y las temáticas.
El texto está hilvanado por fotografías de Ellen Von Unwerth, fotógrafa alemana que ha publicado varios libros (como Wicked o Couples) y pequeños escritos en prosa poética. Los pasajes en los que se interna esta autora son los mismos de siempre: el cuerpo y la fragmentación, para ser más precisos, y la ecuación de la memoria, cuerpo y sujeto femenino. ¿Cual es la novedad? Esta vez la prosa poética y la ecuación reiterativa está desarrollada por dos figuras: el joyero y la perla. Ambos personajes distinguidos por el hablante lírico, se abrazan, se tocan, se manosean: se transfiguran en lo que realiza el cuerpo humano finalmente, una alegoría que resulta ser sumamente básica a estas alturas en la poesía, más aún si es heredada de la otrora poeta de tópicos femeninos, Diamela Eltit. Uno de los versos que destacan esta relación alegórica y burda entre el joyero y la perla se encuentra en el poema “tersa” que menciona este juego alegórico: “el joyero la miraba entre las luces que hacían hervir el torso, los costados, la miel que le corría por los muslos, el pecho, el cuello”. El poemario está lleno de este tipo de citas, redundantes y típicas de una herencia que parece estar arraigada a la copulación y la fragmentación corporal dictada por las poetas feministas de los ochenta. La autora es monotemática en esta ecuación de memoria-cuerpo-sujeto femenino: en cada poema, todo está encapsulado y parece evidente lo que seguirá a continuación. En conclusión, Paula Ilabaca parece estar recordando una y otra vez la poesía de Eugenia Brito y Diamela Eltit, haciéndola suya, sin desprenderse de las faldas maternas de estas voces ochenteras para crear algo innovador. Promueve una tradición feminista que cansa al redundar en frases o palabras como “sangre”, “cuerpo” o “lágrimas” como se observa en distintos poemas “el propio que le paró en seco el llanto” del poema Génesis o el mismo verso podemos encontrar en Speak softer “pero que para ella sólo es la perla que no para, que tiene el descaro de echarse a llorar” y parece no estar absuelta de estas voces que están arraigadas a su poesía: aún la chica no se ha independizado de los discursos feministas que la anteceden y eso le pesa.





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